Por: Jocelyne Díaz, Educadora de Salud
Como seres humanos, es normal pasar estrés ante los muchos desafíos de nuestra vida. Estas situaciones desafiantes pueden causar un cambio en nuestra rutina habitual y, en ocasiones, puede llevar algún tiempo para volver a la normalidad.
Sin embargo, es necesario saber y reconocer que somos totalmente capaces de enfrentar tiempos difíciles y crecer a partir de la experiencia. La capacidad de volver al estado de funcionamiento normal o utilizar la experiencia de las dificultades para el bien se define como resiliencia. Desarrollar resiliencia es necesario para sobrevivir, pero también ofrece una oportunidad para mejorar nuestro crecimiento y bienestar.
La resiliencia también se puede describir como:
- ▪Defenderse a sí mismo.
- ▪Dar lo mejor de ti.
- ▪Enfrentar los desafíos y no darse por vencido.
Claro que la resiliencia no es una píldora que se toma ante ciertas circunstancias, pero sí es algo que podemos desarrollar a partir de las siguientes prácticas:
Mentalidad Fija vs Mentalidad de Crecimiento
Una mentalidad fija es la creencia de que su conocimiento y habilidades actuales son fijos y no se pueden cambiar.
Por ejemplo, la afirmación: “Soy malo en matemáticas”, demuestra una mentalidad fija. Por el contrario, la declaración: “Puedo mejorar mis habilidades matemáticas”, demuestra una mentalidad de crecimiento.
Una mentalidad de crecimiento puede ayudar a desarrollar la resiliencia, ya que necesitamos aprender de los desafíos que enfrentamos para así aumentar nuestro intelecto y habilidades.
Otros ejemplos son:
MENTALIDAD FIJA | MENTALIDAD DE CRECIMIENTO |
---|---|
Si no pruebo cosas nuevas o difíciles, entonces no fallaré. | Debo probar cosas nuevas y difíciles para poder crecer, incluso, si al principio fallo. |
Me da vergüenza cuando cometo un error. | Todos cometemos errores y los errores son oportunidades para aprender. |
Autoconocimiento y Autocuidado
La autoconciencia es la capacidad de comprender las propias fortalezas, debilidades, creencias, emociones y comportamientos. Es un factor clave para desarrollar la resiliencia, ya que nos otorga la capacidad de practicar la autocompasión y el autocuidado. Por otro lado, el autocuidado es precisamente priorizar esas creencias, emociones, comportamientos y actitudes que sustentan tu bienestar y salud física.
Por ejemplo:
- ▪Realiza actividades que disfrutes como leer o pasar tiempo en la naturaleza.
- ▪Di “no”, cuando lo necesite.
- ▪Come bien, mueve tu cuerpo y duerme bien.
Construir una Comunidad
Durante tiempos estresantes es más fácil querer estar solo y aislado. Sin embargo, construir una comunidad de relaciones positivas con personas que te apoyen es importante para superar los momentos difíciles. Construir una comunidad puede verse como:
- ▪Ser voluntario en una organización benéfica u organización local.
- ▪Practicar actos de bondad al azar.
- ▪Hablar con alguien de confianza.
- ▪Unirse a un grupo o equipo que esté alineado con sus valores.
Recuerda… Todos pueden ser resilientes. Se necesita práctica y paciencia, para aprender y lidiar con situaciones estresantes. Considera que aún es posible que te sienta estresado a veces, pero lo que realmente cuenta es cómo manejas cada situación. Al final de un momento o una situación desafiante, es posible que te des cuenta de que eres más fuerte de lo que eras antes.